viernes, 11 de septiembre de 2015

Kafka, tiene la culpa

Un día despertaré convertida en un insecto, y de seguro nadie me reconocerá.


No es que ahora no sea fastidiosa y hasta a veces insoportable como algunos de ellos ¡No!, hago alusión al aspecto físico, aunque mis ojos ya son grandes y se parecen a algunos en primer plano, quizá sea una metamorfosis lenta  como lo pudo ser con Gregorio Samsa  y él no se dio cuenta.

Desde niña intentaron que me comportara “bien”, no de la forma salvaje que “a veces” lo hacía, “me amenazaron”de muchas formas, pero no fue hasta que un día La Metamorfosis de Kafka  apareció en mis manos, al leerlo quede aterrorizada con la simple idea de dormir y despertar como un insecto, le atribuí eso a los“castigos divinos”que existen cuando te comportas mal (por mi formación católica) y desde entonces intente “seguir el camino del bien”.

¡Fracase rotundamente! y ahora cada vez que encuentro un cuaderno que utilizo para anotar ciertas trivialidades y dibujos malintencionados, en la primera página algo así como un mantra escribo “No te portes mal, o terminarás convertida  en un insecto  y de seguro serás una mosca”

Como sé que no mido las consecuencias de mis actos y “soy mala”, más tarde que temprano terminaré como una mosca aplastada en la pared. 

Ilustración: Yayo Espinoza 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario