¡Tan bonita la vida (a veces) tan pendejos tus vecinos!
Los vecinos, esas criaturas mágicas que te regalan wifi o te vigilan más que tu mamá, a veces terminan por convertirse en tus peores enemigos. Y lo que prometía ser una relación de paz y cordialidad termina por convertirse en una tercera guerra mundial, cuando sus gustos musicales difieren de los tuyos y les dices que Romeo Santos canta como cepellin.