Soy una persona muy desordenada y dicen que desequilibrada
también, intento no hablar de mí pero ya ven, termine abriendo este blog para
hablar de mí y mis alter egos.
No sé cuándo empezó estos intentos de escribir, creo que
desde los 7 u 8 años, cuando uno de mis hermanos asustado porque yo no daba
muchos signos de feminidad me regalo un “pinki diario”, ¡sí! esos diarios con
portadas de princesitas y llaves en forma de corazón que tienen una serie
numérica, y que hace algunos años atrás encontré en uno de los baúles
apolillados de la casa.
En ese momento creí que mi pasado no me condenaría, pero al
abrir las páginas experimente la desilusión infinita, mis breves párrafos
adornados con florecitas de colores se resumían a profesarle un “amor secreto”
a Erick ¿Quién era? no lo sé, pero creo
que a ese punto se parecía a la obsesión
de Helga G. Pataki
por Arnold, de ¡Hey Arnold!
Para
borrar todo tipo de evidencia encendí el fuego y se convirtió en cenizas, para
que nadie pueda verlo, pero estoy segura que todos lo hicieron y que a este
punto mi mamá vive pensando que estoy esperando a algún príncipe azul que venga
a rescatarme.
Supongo
que porque era niña cualquier soporte era bueno, y por eso dos cuadernos a
medio terminar hablaban también de mis “fantasías de amor”. Creo que para
entonces algo andaba mal en mi cabeza o no tenía vida más allá de una
habitación ¿igual que ahora?
Desde
entonces llevo diarios, que casi nunca termino, de seguro porque nunca me dura
el amor.
Esos escritos aunque me delaten, era una forma
de ver la vida pasar, hasta que crecí y muchas cosas cambiaron, un día llego
“Historias peregrinas” a mí, hasta le puse nombre, pero terminó rematada en una
feria de fanzines y no he vuelto a tener un diario en mi mano ¿Este blog cuenta?
Ilustraciones : Yayo Espinoza