De cómo mi mejor amigo me gustaba antes de que sea mi mejor
amigo y cumpliéramos con el proceso natural
del karma.
Parecíamos hechos el uno para el otro, algo así como a
“almas gemelas” “media naranja” o “medio
limón”. Hablábamos durante todo el día ya sea por papelitos o mensajes de texto ¡eran otros tiempos! nos
reíamos juntos, a veces no nos despegábamos durante todo el día; le prestaba
dinero ( y sabía que no me iba a devolver) cuando me llamaba me quedaba horas y
horas en el teléfono (me gastaba el saldo de todos los celulares de la casa ) “corria”
cuando quería verme, creo que en esa circunstancias yo era capaz de saltar de
un puente ( si él lo sugería) por las noches me pasaba horas en el Messenger (y nos compartíamos los emoticones de vaquitas
hablando webadas)¡Qué vergüenzaaaaaaa!
Él me gustaba, que vaaaa ¡Me encantaba! Y quería creer que él sentía lo mismo.
Empecé a no dejar de pensar en él, era casi perfecto ante
mis ojos. A veces salíamos y yo trataba de llamar su atención, me entusiasmé,
me emocioné y me ilusioné pero en un instante ¡sí!¡En un maldito instante! Todo cambio, “abrí
los ojos” y el mundo se me vino abajo
(otra vez) cuando me presento como “LA AMIGA” frente a todo el mundo (el "mundo" implicaba familia, amigos e incluso la chica que le gustaba)
Y fue oficial, estaba en la “zona del amigo”
Me pregunté: ¿Cómo entré ahí? Si todas las señales indicaban
el camino hacia el “amor” -¡Hay Blue con
la mente fantasiosa que tienes!- Entonces descubrí
que los chicos no entienden las señales, a ellos tienes que decirles las cosas
claras, porque la interpretación de muchos merece una mención honrosa en el salón de la fama con un guion de
película “Tú eres mi mejor amiga, jamás
podría poner en riesgo nuestra amistad” me dijo.
Cuando entras a esa zona difícilmente sales…estas ahí por
años, siglos y solo cuando los planetas se alinean cada mil años puedes tener
una esperanza pero ya es tarde, las mariposas ya se convirtieron en murciélagos.
Entonces algo pasó, y ahí fue cuando todo cambio, él vino con flores (y no porque me iba a
morir) a decirme que yo le gustaba. ¿Qué pasó? no sé, pero creo que se nos
olvidó que el “amor” “la ilusión” y todo lo demás tiene fecha de caducidad. Nunca entramos en
ese momento mágico en el que dos personas se atraen y no saben por qué, lo
nuestro fue a destiempo, y entonces encontré un placer maléfico cuando le dije “Bueno, yo
también te quiero, pero como amigo”
Y somos amigos hasta el día de hoy, incluso cuando él se ríe leyendo
esta declaración.
¿A todos nos ha pasado no?